El algodón convence por varios aspectos: gracias a su suave estructura, resulta muy agradable para la piel y cómodo de llevar. La ropa de algodón es muy resistente: gracias a su gran resistencia a la rotura y al desgaste, es perfecta para cumplir con las exigencias del día a día en los restaurantes. Absorbe muy bien la humedad: el que lo lleva no suda tan rápido como con la ropa hecha con fibras artificiales.
Las fibras de algodón soportan altas temperaturas y resultan por tanto fáciles de cuidar, sin embargo la intensidad del color puede disminuir cuando se lava a altas temperaturas. Debido a la poca elasticidad del material, la ropa de algodón se suele arrugar bastante rápido.
El ramio se obtiene de las fibras de la planta del mismo nombre. Este material es de muy buena calidad y destaca por sus muchas propiedades positivas: es muy resistente a la luz, se puede teñir fácilmente, es muy robusto y tiene un precioso brillo mate.
Este material tiene un tacto algo más rígido que el algodón, pero en cambio es más elástico. La ropa de fibras de ramio absorbe bien la humedad y se puede limpiar bien a altas temperaturas. Combinado con el algodón, este material es especialmente resistente y resulta ideal para los trabajos en la cocina y el comedor.
La lana es una de las fibras naturales más populares y desde hace mucho tiempo se usa para la ropa. No es de extrañar, pues la lana aísla, calienta y al mismo tiempo regula la temperatura. Las personas que llevan ropa de lana sudan menos, pues estas prendas expulsan hacia fuera la humedad que se genera al trabajar. La lana resiste bien la suciedad y dispone de una función de autolavado, por lo que los tejidos de lana solo se deben lavar de vez en cuando.
Además, la ropa de lana tiene una gran estabilidad de forma y aun así es elástica, lo que supone una gran comodidad al llevarla. La lana de merino es especialmente suave y de buena calidad: las fibras que se usan son especialmente finas. La ropa con porcentaje de lana de merino es por tanto especialmente agradable de llevar. La lana se puede teñir bien y sorprende por su gran resistencia de color. La ropa de lana en los camareros o en la recepción llamará mucho la atención. Si se añaden ciertas fibras artificiales, se mejoran las propiedades de mantenimiento de la lana, para poder lavarlas a máquina.
El cuero también es apto para la ropa de los cocineros y camareros. Este material es transpirable y dispone de una elasticidad natural. Las prendas de cuero se adaptan a los movimientos del cuerpo y resultan muy agradables de llevar. Además el cuero absorbe la humedad que viene de dentro, al mismo tiempo que protege de la humedad que viene de fuera.
El cuero es muy robusto, resistente al desgaste y extremadamente duradero. Y lo más positivo: el cuero destaca por su aspecto natural individual. Ninguna parte del cuero es igual a otra. Además, las prendas de ropa de cuero van cambiando con el paso del tiempo y se convierten en un acompañante muy personal.