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Un persona adulta duerme un promedio de siete horas por la noche – en un hotel quizás algo más. El cuerpo necesita dormir lo suficiente para poder reponerse de todo el trabajo del día. Los trabajos sedentarios en las oficinas provocan muy a menudo posiciones incorrectas y contracturas. Por ello durante la noche los músculos deben relajarse y la columna vertebral así como las articulaciones deben de tener una postura adecuada. Además del colchón y del somier, la almohada contribuye de forma importante a tener un sueño saludable.
Cuando la columna vertebral está en la posición correcta en la zona del cuello, de los hombros y de la cabeza y se mantiene así, al estar tumbado, la "forma-S" de la línea de la columna, está garantizado un sueño reparador. Con almohadas que, a la hora de dormir, ofrecen muy poco sustento a la nuca, la columna vertebral se comba. Los cuerpos vertebrales presionan los unos contra los otros y los nervios pueden ser pinzados. Para compensar esa curvatura, la musculatura alrededor de la columna se tensa. Como consecuencia de ello aparecen dolores y contracturas. Cuando las almohadas son muy duras, la cabeza y la nuca no se pueden adaptar. Ello entorpece la función de los nervios y de los vasos sanguíneos. El principal cometido de la almohada es garantizar así pues la posición ergonómica correcta de la columna vertebral – no torcida, ni sobreestirada o muy encorvada.
Para quienes duermen boca arriba o boca abajo es importante que la columna esté en una posición recta. Por ello, para tener un sueño saludable, la columna vertebral debería descansar sobre una almohada plana. Esto evita que se comben los cuerpos vertebrales. Una almohada es buena para las personas que duermen boca arriba, cuando la cabeza se hunde en la misma. En esa posición las vías respiratorias permanecen abiertas; de esta forma se reduce el roncar así como los fallos respiratorios. Las personas que duermen boca arriba, deberían colocar, de forma adicional, un cojín debajo de las rodillas para disminuir la presión en la región lumbar.
De modo general se desaconseja el dormir boca abajo. Las personas que duermen en esta posición, colocan la cabeza de lado – así la columna se tuerce y se dobla hacia atrás. Esto puede provocar a la larga daños como que los nervios estén aplastados, desequilibrios musculares y dolor de músculos. Aún así hay muchas personas que duermen boca abajo de buen grado. Estas personas deberían utilizar una almohada plana y estrecha debajo de la columna vertebral y colocar un brazo de forma angular para garantizar una posición ergonómica correcta mientras duermen. De forma adicional se aconseja colocar también una almohada plana (o cojín plano) debajo de la cadera. De esta manera se alivia la presión en la nuca y en la región lumbar. No utilizar ninguna almohada, no es la solución correcta ya que esto puede dar lugar a que los músculos se contraigan.
Las personas que duermen de lado suelen "embutir" la almohada debado del cuello y la cabeza y así dan forma a una almohada que los sustenta. Sin embargo, lo mejor para una persona que duerme de lado es una almohada cervicalergonómica que dé apoyo a la nuca con una alta capacidad sustentadora. La almohada se amolda al contorno del cuerpo, rellena el triángulo formado por los hombros y el cuello y mantiene la cabeza alta, para evitar así que la columna vertebral esté doblada o sobreestirada. Se aconseja, por ello, almohadas estrechas (40 x 80 cm) con un núcleo alto y fuerte. Una almohada adicional (o cojín adicional) entre las rodillas normaliza la posición de la cadera e impide que las rodillas choquen.
Pregunta a tus clientes por su posición al dormir para poderles ofrecer la almohada adecuada.
Hasta hace algunos años se utilizaba el tamaño de 80x80 cm. Pero esto está cayendo en desuso. Debido a que los hombros no deben de apoyarse sobre la almohada, sino sólo la zona de la cabeza y de la nuca, cada vez más se utilizan los tamaños de 40x80 cm o 60x80 cm.
El relleno de la almohada cumple distintas funciones importantes: Además de la circulación de la humedad, es el responsable del grado de dureza de la almohada. Muy blandas son las conocidas almohadas con relleno de plumón y plumas. Las almohadas tienen distinta dureza según el porcentaje de plumas o plumón. Otros rellenos naturales son pelo natural (a menudo de caballo), cereales o granos. Estos rellenos no son adecuados para personas alérgicas – y por ello no se deben de utilizar en hoteles.
En este caso se debería utilizar, por ejemplo, poliéster en fibra hueca, copos, bolitas de fibra o palitos. El relleno de poliéster mantiene su forma por largo tiempo y simplemente con mullirlo vuelve a recuperarla. Las almohadas cervicales especiales para las personas que duermen de lado pueden estar rellenas también de gomaespuma o látex. Estas almohadas están adaptadas a la forma del cuerpo y garantizan la relajación del cuello y de la columna vertebral. Es importante prestar atención a la altura de la almohada cervical. Para ello hay que tener en cuenta el ancho de hombros de la persona.
Las almohadas modulares con distintas capas o cámaras se adaptan perfectamente a la posición para dormir. Por ejemplo, hay almohadas de plumas con un núcleo algo más duro de plumas o almohadas cervicales con un núcleo de gomaespuma o látex. Ambos tipos de almohada tienen una confortable base de plumas – de esta forma se ofrece un mejor sustento para el cuello y la cabeza.
ofrécele a tus clientes con alergia almohadas con relleno de poliéster o espuma.
en un hotel la higiene es lo más importante. Por ello las almohadas de hotel se deben de limpiar de manera regular. Las almohadas con relleno de poliéster se pueden lavar normalmente sin problemas en la lavadora. También las almohadas con relleno de plumas o plumón suelen ser apropiadas para lavarlas en la lavadora. Lo importante aquí: ¡utiliza el programa para ropa delicada y no uses ni suavizante ni lejía!
Presta atención siempre a las instrucciones de cuidado – así podrás disfrutar de tus almohadas por mucho tiempo. Es recomendable, por razones ergonómicas y de higiene, el cambiar las almohadas lo más tardar cada cinco años.
¿Pero cuál es la almohada perfecta para una habitación de hotel? Sobre ella duermen hombres y mujeres, de más o menos peso, con un cuello largo o corto, de hombros anchos o estrechos, de lado, boca arriba, boca abajo o cambian de postura. ¿Hay una almohada adecuada para todos? Lamentablemente no. Lo ideal es ofrecer en el hotel distintos tipos de almohada, para que el cliente pueda elegirla de forma individual y disfrutar de un sueño reparador. Déjate ayudar por las siguientes almohadas: