La porcelana lleva fabricándose en el continente asiático desde hace unos 3000 años, sin embargo en Europa lleva tan solo 300 años. No obstante, ya en el siglo XIII se utilizaban vajillas de porcelana en Europa, las cuales han sido consideradas desde siempre como algo especial.
La porcelana está compuesta principalmente por caolín, feldespato y cuarzo. Existen diferentes procedimientos para dar forma a la porcelana: la masa húmeda se puede moldear, la masa líquida se funde, la masa en polvo se prensa. Cuando la porcelana ya tiene la forma definitiva, se seca y se cuece. Es entonces cuando se puede proceder a aplicar el esmalte y se vuelve a cocer – mediante este proceso se consigue que la porcelana sea estable, resistente e impermeable.
Finalmente se puede seguir decorando la porcelana. Para ello, lo más eficaz es el proceso de vidriado, que consiste en aplicar una capa decorativa sobre las piezas esmaltadas tras su primera cocción. Finalmente, se realiza una segunda cocción a aprox. 1300 grados centígrados. De este modo el esmalte se funde y la decoración penetra en él. Así los colores y los adornos se protegen de forma duradera y no se desvanecen – ni siquiera cuando la porcelana se lava en el lavavajillas.
La fabricación de la porcelana tiene un gran componente artesanal incluso a día de hoy.
La porcelana se elabora básicamente con caolín, feldespato y cuarzo. Los bordes se refuerzan en algunas partes para que nuestra porcelana sea especialmente resistente al uso.
La porcelana premium es aún más resistente a los golpes que la porcelana clásica. Además, se puede apilar bien y es muy resistente a los cortes.
La porcelana Bone China, también conocida como porcelana de ceniza de hueso, es ligeramente transparente. Destaca especialmente por su característico color crema. Obtiene sus propiedades especiales de la ceniza de hueso que se añade a la porcelana en un proceso de elaboración bastante laborioso.
Además de las vajillas de porcelana, en LUSINI también podrás encontrar vajillas de gres y de barro. Se trata de una cerámica dura, compacta y de color que no presenta ningún poro. El gres es más quebradizo que la porcelana, pero cuando se esmalta es muy resistente a los golpes y se puede utilizar como vajilla.
Todos nuestros productos de porcelana se evalúan periódicamente conforme al Reglamento 1935/2004 CE de la UE y son por tanto compatibles con los alimentos.
La porcelana es un tipo de cerámica. Para ser más precisos, es el tipo de cerámica más sutil y resistente. Existen más tipos de cerámica, como la vitrocerámica y la cerámica para sanitarios.
Nuestras vajillas se caracterizan por sus excelentes propiedades de conservación:
Evita los cambios bruscos de temperatura. La porcelana podría romperse si se somete a un repentino cambio de temperatura. No enjuagues los platos con agua fría cuando aún estén calientes y evita calentar de repente los platos fríos.
Gracias a su densa superficie, la porcelana es muy fácil de cuidar. Las manchas difíciles se pueden retirar sin problema. Siguiendo estos consejos de cuidado asegurarás que tus vajillas de porcelana mantengan su buen aspecto durante mucho tiempo:
Incluso la porcelana más robusta puede presentar marcas de desgaste o incluso romperse. Por ello VEGA ofrece una garantía post-venta de 10 años en muchas de sus series de porcelana – así podrás sustituir sin problema las piezas dañadas.